
La historia es un tanto raruna: Una familia, los Fisher, tienen en su casa como negocio familiar una funeraria y el día de nochebuena el padre tiene un accidente en el que fallece lo que trastoca los planes de todos.
Bien, pues esta serie tiene 63 capítulos, 63 joyas y uno de ellos que es la joya de la corona, el final. El final es sencillamente alucinante, creo que lo mejor que he visto y apuesto que veré en mi vida. Es perfecto, aunque bueno, la serie es perfecta. Los últimos 10 minutos de la serie son imposibles de describir.
A lo largo de la serie he intentado buscar cual sería el adjetivo que mejor la describiese y creo que sé cual es: "Brutal". Que una serie te haga ver la muerte y el proceso de embalsamamiento (en el que ya soy todo un experto) como algo normal y rutinario es digno de admiración. La muerte está tratada como el tema principal, es el pilar sobre el que se sostiene la serie, pero está tan delicadamente bien tratada que tras verte las cinco temporadas ya tendrás los pies en la tierra por el resto de tu vida. Ésta es una serie para pensar, no es solamente diversión, hay que sacarle la miga, hurgar dentro de ella, "A dos metros bajo tierra" puede ser de todo menos superficial y si no te paras después de cada capítulo a pensar en lo que acabas de ver es como si hubieses estado una media de 50 minutos en frente de una pantalla en blanco.
Los personajes están descritos y definidos con una minuciosidad asombrosa. Amarás a todos (bueno, a Lisa en mi caso no), los entenderás, sufrirás, reirás y llorarás con ellos y cuando acabe la serie les echarás muchísimo de menos. Para mí hay tres personajes, tres que destacan por encima de todos: Ruth, David y Claire. Ruth es una luchadora, tiene unas ganas de comerse el mundo tremendas pero no puede, ya que siempre acaba acostumbrándose y eso la está matando por dentro. David es genial, tiene una fuerza arrolladora y se hace querer de una manera increíble. Claire es la que, en mi opinión, más evoluciona a lo largo de la serie, da ese toque te frescura entre tanta negrura a la serie, al principio pasa sin pena ni gloria pero a partir de la tercera temporada tendremos mucha Claire por descubrir.
Pero por supuesto por muy buenos que sean los personajes si no están bien interpretados todo se va a donde todos sabemos, pero es que esta serie no tiene ni un solo error de casting, todos los actores son perfectos para sus papeles, hasta los extras o lo que mueren en las sorprendentes y originales muertes al principio de cada capítulo.
Otra de las facetas más originales de esta serie es la intromisión del realismo mágico. Ver como Rico o David hablan con los muertos mientras los están embalsamando y que parezca de lo más cotidiano o como Claire y Ruth reciben visitas periódicas de su padre y marido respectivamente para darles consejos en momentos difíciles y que ellas lo traten con total naturalidad es sencillamente novedoso y extraordinario.
Voy a echar muchísimo de menos a los Fisher, aunque no es para menos ya que llevo cuatro meses dedicando mi tiempo libre a ellos enteramente, viviendo en Los Ángeles en su fúnebre casa, lidiando con Ruth todos sus problemas y escuchando sus aventuras amorosas a pesar de sus añitos, viendo como Nate sienta la cabeza, empatizando con David, preocupándome por Claire, sufriendo y divirtiéndome con Brenda y riéndome de la despreocupada vida y del atrevimiento de Margaret, la madre de Brenda.
Y quiero acabar pidiéndoos un favor, aunque sé que para variar no me haréis caso, pero dadle una oportunidad a la serie, merece la pena. Te aporta mucho en el ámbito personal aunque no lo creáis y bueno si no os aporta nada siempre os podréis dedicar a dirigir una funeraria con todo lo que se aprende en esta serie. Yo tengo muy claro que acabaré por volver a ver esta serie, tiene algo mágico, no sé, es indescriptible, ved la serie y me entenderéis.
Ahora os dejo los créditos que son sencillamente espectaculares: