miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un lunes en el centro.

El pasado lunes fue la primera vez que pisé el centro en estas fechas tan señaladas. Y tras esta agradable experiencia os digo que haré lo posible por no volver.

Era el cumpleaños de mi tío y nos invitaba a comer a un restaurante cercano a La Latina, el día ya empezó mal debido a que recibimos una llamada diciéndonos que el centro estaba intransitable para los coches por lo que nos tuvimos que ir en metro. El cuadro era completamente risible; mis padres, mi hermana y yo vestidos para la ocasión que destacábamos entre toda la muchedumbre que lógicamente iban vestidos de calle, parecíamos los Miau, con esas pintas y en metro... Pero lo gracioso es que llevábamos el regalo que era un paquete enorme (me llegaba hasta la mitad de mi cuerpo) peeeeeero, no os creáis que es que el regalo era inmenso, que va! Es que a mi madre (que es muy educada y correcta, pero que con su familia se desmelena y saca su lado más divertido) le encanta hacer el tonto con éstas cosas y llenó el paquete de globos con el numerito 50 (años que cumplía mi tío) y dentro iba un diminuto paquete que ese sí era el regalo, un reloj.

Bien, pues conseguimos llegar a La Latina y anduvimos unos metros y acabamos en el restaurante, éramos los primeros, pero a los 15 minutos ya llegó el resto de mi familia, y después de los saludos mi madre sacó una bolsita, a mí me temblaba todo el cuerpo, no sabía que chorrada y va a hacer ahora. Por desgracia mis peores temores se vieron sobrepasados, había conseguido ridiculizar todavía más a mi tío haciéndole poner una chapita que ponía "50 today", mirar, nada más verla casi me da un ataque de la risa. Y mi tío que poco, pero algo de sentido del ridículo si que tiene, se la escondió con la chaqueta.

Después de la comida yo había quedado, con la "suerte" de que el lugar de encuentro era Callao. Mi familia me ofreció llevarme, pero yo por cagaprisas hice el inútil y me fui andando. Con deciros que tardé 25 minutos en hacer un tramo que apenas se tarda 7 andando muyyyyy lento os digo todo. Para empezar me perdí, llegué a la Plaza Mayor y no sabía cual de sus múltiples salidas coger, por lo que llamé a mi abuela, que como buena castiza se conoce cada rinconcito de ésta ciudad a la perfección y me dijo por dónde debía ir. Ahí comenzó mi pesadilla. A penas me podía mover, era horrible, asfixiante. Ya la Plaza Mayor estaba abarrotada, pero es que el camino de la Plaza Mayor a Sol todavía más, aunque la carretera fue tomada por los peatones era imposible caminar más de 50 centímetros sin pararte. Yo iba esquivando a la gente como podía y conseguí apañármelas para llegar a Sol, pero eso fue peor, si ya de por sí la gente te dificulta el paso sumalé el peligro de tragarte los puestos de lotería. En hacer un tramo de tan sólo 30 metros tardé 5 minutos. Y lo gracioso es que la gente se paraba a despedirse, hacer bromas... Vi como unos se plantaron en todo el medio con un carrito de bebé y le decían al niño "dile adiós al tío", hombre señores uno se pone a un ladito para despedirse, no en mitad de la calle y más con tanta gente alrededor, un poquito de consideración no vendría mal...

Subir de Sol a Callao ya se hizo mucho más fácil, aunque tuve que aguantar como un vendedor ambulante me cogió de la cadera y me dijo: "Venga chiqui, tú empuja que así nos hacemos hueco y llegamos". ¿Me coge de la cadera?¿Me llama Chiqui? VENGA Y APÁÑESELAS USTED!, por supuesto que no le dije esto, lo que hice fue coger y acelerar el paso y cambiarme de lado y le perdí de vista en nada.

Y luego todo eso para una tarde en la que la diversión brilló por su ausencia, en la que nos tiramos como 1 hora parados sin hacer nada bajo la lluvia.

En definitiva, yo al centro si no es en coche no vuelvo en todas las navidades.

5 comentarios:

  1. Jajajajaja!
    ¿Venga chiqui? ¡MADRE MIA!
    Hay gente muy rara ...

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  2. Ay, Jorge, ¿a que no sabes cuál es el camino más corto desde La Latina hasta Callao? Pues yendo por la calle donde vive...FORTUNATA. De ahí, pasas a la calle Bordadores, subes por detrás de Cortilandia (sin tener que sufrir el mogollón) y llegas a Callao en un pispas, porque lo que tú hiciste fue un suicidio en toda regla. El centro está imposible un día de fiesta o en fin de semana. Yo, cuando vivía allí, solo iba por la mañana, que había muchísima menos gente (los ociosos: estudiantes y profes de vacaciones), pero por la tarde ya intentaba no ir. La Plaza Mayor es zona de guerra a evitar durante todas las navidades.

    Pero para que veas que no solo ocurre en el centro: el martes tuve la feliz idea de irme a ese centro comercial pokero por excelencia (La Gavia, donde por desgracia vivo ahora) y casi me muero de gentuza que había por ahí. Tenía que comprar un par de chorradas en el gypsy-zara (también conocido como Primark) y casi muero aplastado por hordas consumistas de clase baja. Pero acabé comprándome unas zapatillas bien calentitas para casa con unos alien por tres euros, que son un primor.

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  3. Jajajajajajaja, y yo metiéndome por ahí... Me empezaré a estudiar mapas de Madrid para que no me pase esto otra vez!

    Te aseguro que peor es el Plenilunio, ya que ahí queda gente de los barrios más pokeros de todo Madrid: San Blas, Canillejas y Ciudad Pegaso. Ahí si que hay que tener cuidado!
    Y además te fuiste a meter en la tienda donde mayor concentración hay, el Primark, que más bien parece un mercadillo eso: La ropa tiradísima y en su mayoría tan fea que no sirve ni para usar de trapo, todo desperdigado por el suelo y con casi más gente que la Plaza Mayor!

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  4. Pero mis zapatillas son taaaaan monas (y tan baratas)...

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