Lo que antes era salir lo máximo posible ahora se ha convertido en salir bastante pero siempre dejarme algún tiempo para mí solo. Por ejemplo: aprecio muchísimo una tarde de domingo en casa, con una buena película y sin ninguna ralladura de cabeza, una tarde en la que las preocupaciones son mínimas, una tarde en la que puedo estar tranquilo y ser yo. Y os preguntaréis que a qué viene esto... Pues bien, viene simplemente a que a lo largo de estos meses, algunos de los que tengo a mi alrededor me han demostrado que son más falsos que un billete de mil euros (sé que muchos leerán esto porque por ciertas razones mi blog ha atravesado fronteras y ahora tengo lectores que van más allá del juande, y de los cuales algunos son no deseados, pero vamos, que me da igual). Y claro, rodeado de éstas personas no te sientes cómodo precisamente y más si da la casualidad que las únicas personas con las que realmente disfrutas por diversas razones no quedan ese día.
Por suerte yo soy un lince en cuanto a saber quien es verdaderamente de confianza se refiere, pero soy humano y a veces me equivoco y eso duele más que nada. Me he dado de lleno contra el muro tras descubrir que gente en la que yo confiaba plenamente se dedicaba única y exclusivamente a dar puñaladas traperas. Pero bueno, así es la vida. Lo importante es tener gente en la que de verdad puedes confiar y la que sabes que siempre buscarán lo mejor para ti, pase lo que pase, cueste lo que cueste. Y yo tengo dos, dos personas en mi grupo a las que realmente aprecio, las únicas que sé que jamás de los jamases me la jugarán y es que ellas dos son las mejores, a una ya la dediqué una entrada, a H, pero a D todavía no, pero no dudéis que lo haré.
Luego también está otro factor, que es ese que te abre los ojos y que te das cuenta de que tienes dos vidas, la que verdaderamente tienes y que sólo conocen tus más allegados y la que los demás se inventan, y lo malo es que la segunda es la más extendida porque la gente tiene una horrible manía que es distorsionar lo que les cuenta y seguir alimentando el rumor: primero les llega lo que es la historia verdadera (vale, puede que esté decorada un poco, pero la esencia no deja de ser la mismo), pero es que luego la historia va subiendo su grado hasta llegar a la más absurda de las exageraciones y lo gracioso es que la gente se lo cree y luego te vienen diciendo que fuerte me parece o cosas por el estilo, y meter una información es facilísimo, pero cambiarla es horriblemente costoso y más cuando el rumor se ha extendido hasta lugares y personas inimaginarias, a sí que nada, a cargar con el San Benito por el resto de tus días.
Y acabo con una frase: Muchos creen conocernos, pero a veces ni nosotros mismos nos conocemos.
que razón tienes, sobre todo en esa última frase.
ResponderEliminarOdio cuando dices algo, y la gente se lo toma de otra manera, pero ya no hay manera de cambiarlo.
También te entiendo en lo de un domingo para tí solo, ya que hay veces que me pasa lo mismo.
Y por supuesto las personas verdaderamente importantes son aquellas que te creen, te apoyan, y nunca te judgan.
Muchas gracias Gloria :)
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo, a mi me encanta una tarde de domingo tranquila en casa, sentada en el sofá con la manta y viendo una buena peli... :)
ResponderEliminarY sobre los rumores y todo eso si es que es verdad todo. Por eso tienes que tener cuidado a quien le cuentas las cosas y como las cuentas.
Y muchas personas creen conocerte solo por estar próximo a ti. La verdad la proximidad no importa, importa saber entender, escuchar, apoyar y todo ese tipo de cosas.
Y lo de que te la juegue... también depende mucho la forma en que lo hagan. Lo mismo solo son unas simples palabras que se llegan a tomar muy mal y solo son palabras, o tal vez sean acciones que son peores...
Me ha gustado mucho mucho!