Odio, detesto, aborrezco, abomino, maldigo cuando las cosas cambian. ¿Por qué? ¿Por qué tienen que cambiar? ¿Por qué todo lo idílico tiene un fin y sin embargo lo malo nunca acaba?
Odio el tiempo, odio que pase cuando me encuentro extático, odio que pase cuando estoy perfectamente, lo odio con todas mis fuerzas cuando por fin en mi vida empiezo a sentir felicidad, cuando por fin empiezo a sentir ganas por algo, y es que en estos casos el tiempo es tan sumamente corto, tan efímero... Pero claro cuando atraviesas una mala etapa cómo va a pasar el tiempo sino horriblemente lento y haciendo que te vayan apareciendo más heridas de guerra, que te vayas deteriorando, que todo aquello que esos momentos felices construyeron acabe por demolerse dejando solo rastro de ruinas que lo único que hacen es pudrirte aún más. Pero que le vamos a hacer... así es la vida ¿no?
Pues cuando por fin veía que mi vida comenzaba a estar estática, que comenzaba ser inmune al paso del tiempo, descubro que me equivoco; que no, que el tiempo va a seguir perjudicando mi vida durante el resto de ésta y si ya me quitó a la persona que más quería en su momento, "B", esta vez va a ir a por alguien que verdaderamente me va doler, posiblemente más que "B", yo doy tres meses a lo sumo, ella dice que no, que nunca pasará, pero es que he visto esta misma situación tantísimas veces y en tantísimas personas que apostaría el cuello a que ella se convertirá en todo aquello que ella misma criticaba, en todo aquello que hizo que no hace mucho tiempo sufriese puesto que padeció en sus carnes exactamente la misma situación por la que yo ahora paso. Ante esto lo único que siento es lo que probablemente por mi forma de ser más odie, mucho más que el miedo, impotencia, sí, me veo impotente, incapaz de hacer algo más que nada porque siempre antepondré su felicidad a la mía, soy así con las personas que verdaderamente aprecio (contadas con una mano y aún así me sobra algún dedo que otro), por lo que pase lo que pase si ella es feliz yo también lo seré, si ella se siente la personita más feliz del mundo yo también lo seré, en una lejanía bastante cercana lo seré.
Ella lo niega, tiene otra percepción de la realidad completamente distinta a la mía. Yo podría estar equivocado, cosa que espero con todas mis ganas, pero lamentablemente lo dudo.
Habrá que tomárselo como otra prueba más, como otro mal trago que pasar, como otra anécdota que contar, como otra sección que abrir en el blog. Al fin y al cabo siempre es mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío.
Olvídate de B., ya es momento de pasar página y no comerte la cabeza con estas cosas. Tienes todavía cosas que aprender a disfrutar en la vida y ahí estaremos los que te apreciamos para ayudarte a ser feliz. Eso sí, lucha porque su amistad nunca desaparezca de tu vida, y para ello tú también tendrás un trabajo que hacer, no lo olvides. No lo lamentarás.
ResponderEliminarY el vaso SIEMPRE medio lleno, siempre.
No, si ya he pasado página de B, ahora estamos perfectamente y no me hago ilusiones para nada, así que genial, pero muchísimas gracias :).
ResponderEliminarEs que esta entrada iba por otra persona...
Por supuesto!