Por ciertas razones el tema predominante en mí de hoy , en cuanto a hablar se refiere, ha sido la muerte. Y no sé a vosotros pero a mí quizás sea el tema que más me hace comerme la cabeza.
Por alguna extraña razón la muerte es uno de los temas tabú; en cuanto sale algo relacionado con la muerte y se empieza a desarrollar en seguida alguien salta diciendo: que no es un tema apropiado, que no le gusta hablar de esos temas o bien sencillamente que le sugiere respeto y por supuesto le da "yuyu". Yo no entiendo por qué, es el único destino que todos tenemos claro, es una de las fases vitales por las que absolutamente todos vamos a pasar y aún así, a pesar de tenerlo asumido, lo evitamos, intentamos obviarlo aunque esté presente, nos autoengañamos... Es curioso.
A lo largo de la historia siempre se ha intentado conseguir la inmortalidad, por ejemplo uno de los objetos más buscados de la historia es el famoso cáliz usado por Cristo en la última cena ya que éste otorgaba a quien bebiera el néctar que contiene sendos poderes, entre los cuales el más deseado era la inmortalidad. Pero no sé, yo desde luego no bebería su néctar, vivir eternamente no es una de esas decisiones que se deben tomar a la ligera, ya que sí, tú vivirás eternamente pero ¿Y tus seres queridos? Morirán, y siempre que cojas cariño a alguien tarde o temprano también morirá, es ley de vida. Por lo que inmortalidad es sinónimo de sufrimiento, ya que a cualquiera de nosotros la peor desgracia y lo que más no entristecería que nos pasara sería una muerte de un ser querido, si a todos se nos encoje el corazón cuando ponemos las noticias y nos enteramos de la muerte de algún famoso que no es era completamente indiferente, de una mujer a la que no conocemos que ha sido asesinada a manos de su marido, o de gente de países que se encuentran a miles de kilómetros en los que ha pasado alguna catástrofe, imaginaros como sería con un ser querido... Es inevitable, la muerte nos da miedo, tenemos miedo a morir, tenemos miedo a desaparecer, tenemos miedo a ser olvidados, tenemos miedo al después de la muerte, tenemos miedo porque jamás podremos saber que hay después de la muerte y al ser humanos todo lo desconocido le da miedo.
Pero al fin y al cabo todo esto es una antítesis ya que la muerte es vida y viceversa. Y aunque la obviemos para conseguir la felicidad a través del famoso "Carpe Diem", SIEMPRE va paralela a nosotros y nos puede venir en cualquier momento y en cualquier lugar. La muerte es lo único de lo que jamás podremos desprendernos.
Pues yo no le tengo miedo a la muerte, pero sí al dolor. Bueno, a eso y a muchas otras cosas más (las ratas, las pokeras, los que salen en Callejeros, quedarme ciego, quedarme solo...), pero la muerte es inevitable y no le tengo miedo, mientras no sufra cuando ocurra. Mi abuelo se murió durmiendo, qué suerte. Mi amiga Carmen se murió con todos nosotros, sus amigos, rodeándola y agarrándola de la mano, y sin sentir ya ningún sufrimiento. Esa es la muerte que deseo.
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